Hace unos días, su Juanito destruyo unas cosas de su prima más grande y ésta le pegó, y a María se le ocurrió llamarle la atención a su sobrina con consecuencias desastrosas: su cuñado la hecho de su casa con todo y su hijo…La mama de María “le huye a cuidar el niño” en el rancho por desobediente, y ahora, María se encuentra sola contra el mundo, ¿Quién le va a cuidar a su hijo? ¿Cómo va a tener tiempo para trabajar? ¿Cuánto necesita ganar para poder pagar el tratamiento de su hijo y pagarle a alguien para que se lo cuide, mas renta, ropa y alimentos? Agarrando la mano de su pequeño hijo, y sus pocas pertenecías, María se encamina hacia la salida de la casa de su hermana a un destino incierto y muy difícil…¿Cuál fue su pecado? ¿En que se equivocó?...En creer en la alimentación que hoy reciben nuestros hijos en la infancia: recomendaciones acientíficas, mercantilistas e inescrupulosas: la experimental formula infantil (a expensas de la maravillosa leche materna) y las cantidades exageradas de leche de vaca y sus sólidos: queso-yogurt-y demas derivados.
¿Ficción? Esta es solo un ejemplo de las múltiples historias que escucho en la consulta todos los días acerca del fenómeno de hoy: Padres, abuelos y hermanos distanciados por la conducta incontrolable de los nietos-sobrinos; esposos friccionados, con cansancio, duda, rabia, miedo e impotencia por lo que le pasa a su hijo, ¿Medicina psiquiátrica-neurológica desde los 3-4 años de edad? ¿Escuelas especiales? ¿Mejorará? ¿No le hará daño? ¿Logrará valerse por sí mismo cuando sea grande? ¿Por qué le paso esto? ¿Quién tiene la culpa? La mama termina dejando de trabajar, con la consecuente afectación económica y de planes a futuro, para poder cuidar al niño todo el día, con un desgaste físico y emocional que en la mayoría de las ocasiones tiene la incomprensión de su pareja-varón.
¿Y qué tal que sean extremadamente pobres? ¿O que fallezcan y el que tenga que cuidarlo sea el abuelo analfabeto? ¿Cuál es el contexto social-económico-cultural que lleva a los padres o abuelos a tomar una decisión tan difícil y dolorosa como es encadenar al niño? ¿Siempre se trata de monstruosos y desconsiderados padres?¿Les hemos escuchado alguna vez? De ninguna manera coincido con esta práctica descabellada e inhumana, pero crucificando a los padres y abuelos de estos niños, difícilmente lograremos algún día frenar este fenómeno creciente.
El encadenar niños para poder controlarlos es un fenómeno mundial, tanto en países pobres como ricos. Hágase una revisión mediática en internet con los tags (palabras claves) “chained boy” “chained children” “niño encadenado” y se sorprenderá de ver la cantidad de reportes noticiosos al respecto, en los últimos años, en todos los rincones del planeta…
¿Cómo se origina la impulsividad? ¿Cómo se pierde el control de impulsos?
IMPULSIVIDAD, mal nuestro de cada día.
Imágenes de nuestro tiempo:
Un Gobernador americano con una promisoria carrera política, renuncia al descubrirse que contrata a una meretriz.
Un Joven, hace unos días aparece en un periódico aventando una valla metálica a una mujer joven sólo por que uno le va al Atlas y el otro a las “Chivas”
Una jovencita se suicida porque le van a castigar a su perro.
Unos narcotraficantes encuentran solos a 2 niños en una casa, y les cortan el cuello como mensaje a su padre rival.
Y lo más triste…hemos perdido la capacidad de asombrarnos, y estamos acostumbrándonos a este modo de actuar del ser humano…
El control de impulsos es (o fue) una de la características principales del homínido moderno, que lo diferencia de los animales; esta característica evolucionó del primate bípedo de 3 millones de años, Australopithecus afarensis (Lucy), con 430cm3 de cerebro, pasando hace un millón de años por el Homo Ergaster (El chico de Turkana) con 900cm3 de cerebro, hasta llegar hace 300,000 años al Homo Sapiens Sapiens, ya con una masa cerebral de 1300cm3 (las personas con déficit de atención tienen 3-4% menos de este volumen cerebral, acorde con lo publicado por los Institutos Nacionales de Salud Mental en EU, y es considerado ya por grupos científicos como una deficiencia nutricional de omega 3 DHA en la infancia). Esta evolución maravillosa, casi milagrosa de expansión cerebral no siguió una evolución “Darwiniana”, sino se debió a un accidente alimenticio…Hace 2 millones de años, estos primates comenzaron a enfrentar periodos de glaciación/congelamiento del mundo cada 100,000 años, lo que los obligó, por instinto de supervivencia, a buscar alimentos en los ríos, lagos y mares, y se encontraron con los peces y moluscos como principal fuente. Las características de esas aguas glaciales obligó a los peces a tener un recubrimiento térmico graso especial que hoy se conoce como grasas polínsaturadas omega 3, y a partir de esta fuente de alimentos, el homínido ganó casi 9mg de cerebro por generación, al cabo de 2 millones de años, aparecimos nosotros, el Homo Sapiens Sapiens.
Es muy importante reconocer que nuestro cuerpo siguió un impulso darwiniano evolutivo gobernado por las directrices de “alimentación-reproducción”, y que no es capaz de mantener las necesidades energéticas y estructurales del cerebro por esta rápida expansión accidental, lo que hace indispensable que el ser humano reciba toda su vida, las grasas polínsaturadas omega 3 de fuentes de pescado, porque tenemos una capacidad ineficiente e insuficiente de producirlas.
¿Y entonces, que pasa hoy con nuestra alimentación? El cerebro humano madura de adelante hacia atrás, así que las partes anteriores del cerebro, las áreas frontales, reciben el omega 3 de la madre en el útero y alcanzan algo en la lactancia, pero posterior al destete, cuando le toca madurar y expandir a la corteza prefrontal, que es la que gobierna la impulsividad, se encuentra con que la soberbia humana, acrítica e irreflexiva, a decidido rediseñar al humano de hoy con grasas de origen animal-vacuno en el cerebro, como la leche de vaca, y dejarle de dar el elemento estructural indispensable para su desarrollo neurológico, el acido docosahexaenoico omega 3. ¿Cómo recibían nuestros padres antes el omega 3? A través de fuentes naturales de pescado, que se comía con mas abundancia y calidad, así como suplementos de aceite de hígado de bacalao, bacaolina, emulsión de Scott, caguama y aceite de caguama, etc. Y estadísticamente demostrado, la ingesta de grasas animales lácteas era mucho menor.
El sistema de la dopamina de la corteza prefontral, que es el que controla la impulsividad, es el más sensible a la falta del omega 3 DHA de la dieta, así que a falta de omega, disfunciona el sistema del control de impulsos.
¿Qué hacer? La Child Health Fundation y la Asociación Mundial de Medicina Perinatal, reunidos en Munich hace casi 2 años, tomaron cartas en el asunto y recomendaron que las madres embarazadas y lactando, reciban al menos 200mg de omega 3 DHA, y se procure que el infante lo continué recibiendo. Esta recomendación, publicada en el Journal of Perinatal Medicine 2008, requiere de una urgente difusión entre nosotros los médicos, particularmente obstetras y pediatras, que desafortunadamente tenemos siempre una actitud burlesca, negligente y displicente ante recomendaciones nutricionales. ¿Ejemplos?
1. Los estudios científicos sobre el beneficio del acido fólico en el embarazo para prevenir defectos de la columna, fueron contundentes en 1976, y tardamos más de 26 años en hacerlos norma oficial.
2. Desde el 2002, la American Heart Association recomienda Omega 3 para todos los pacientes con problemas cardiacos y de triglicéridos, y son muy pocos los pacientes que reciben de su médico esa recomendación.
3. En Abril del 2007, la American Diabetes Association estableció las bases racionales para recomendar omega 3 a los diabéticos, también letra muerta en la práctica…
¿Es suficiente dar solo omega 3 para mejorar la impulsividad una vez establecida? No, se requiere una reeducación mental (terapia psicológica) y nutricional completa, con restricción calórica, reactivar ejercicio aeróbico correctamente monitoreado y reeducar al cerebro con ejercicios mentales/ actividad intelectual, además de tratamiento neuro-psiquiatrico por años, ante el daño estructural ya causado en los primeros años de vida.
¿Funciona el DHA Y ARA que tienen las formulas infantiles actuales? Al haberse obtenido en forma experimental de ALGAS Y HONGOS con la ayuda de derivados del petróleo tipo HEXANO, no hay evidencia estadística que esta suplementación funcione en las latas de leche infantil de hoy. Las madres tienen que recurrir a suplementos de omega 3 de pescado además de productos del mar (con excepción de TILAPIA, CAZON Y PEZ ESPADA, considerados los más contaminados de plomo y mercurio en la actualidad).
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